Sabemos que la vida no es simple y que lo que fue ya no es ni posiblemente sera. Es decir, lo que ocurrio en el pasado alli se queda y solo podemos mirarlo con nostalgia pero no volver a vivirlo porque ya lo vivimos.
Esto es particularmente cierto con nuestros años de infancia, esa epoca en la cual, sin darnos cuenta, fuimos infinitamente felices al vivir una vida simple, sin preocupaciones pero llenas de diversiones, donde cada dia parecia traer una alegria nueva, un descubrimiento por hacer.
Y, seguramente, si usted, como nosotros, tiene mas de veinte años recuerda sus vacaciones de verano, si, esas vacaciones donde, en casa de sus abuelos, usted se reunia con sus amigos, compañeros de escuela y primos para pasarse las tardes al aire libre, ese aire libre que la escuela, en su afan de educarlo, le habia quitado.
Tardes de sol, tardes de calor, tardes hermosas para ser un niño y poder divertirse con las cosas simples de la vida; simples pero, vale recordarlo aqui y ahora, significativas. Lo mejor, sin duda, era al terminar, cuando visitabamos el jardin del abuelo para comernos sus naranjas.
¿Recuerda su sabor? Ese sabor unico que nunca mas volvio a probar, ese sabor que todavia persiste en sus recuerdos con la marca indeleble que dejan las cosas buenas que tuvimos, y, tal vez, perdimos para siempre.
Sin embargo, usted puede recuperar ese sabor porque, como jovenes agricultores de Valencia, nuestra intencion es ofrecerle productos de calidad, vendiendo naranjas a domicilio desarrolladas en forma armonica y natural, sin ningun tipo de complemento, como las que se venden actualmente en el mercado.
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